INTRODUCCIÓN
La Memoria que figura en el siguiente enlace contempla información sobre las actividades de la Coral de Cámara "San Esteban" a lo largo de sus veinticinco años de existencia y un resumen de los actos llevados a cabo con motivo de la celebración de este Aniversario. Todo el contenido pretende ser un compendio de acontecimientos que, aun siendo limitado, sirva a los integrantes de todos los momentos para valorar de forma adecuada su propia constancia en el empeño que los ha conducido a tan brillante efemérides. El conjunto de todos su miembros, que han compartido permanentemente la amistad y la afición a la música Coral a lo largo de este periodo, representa por sí mismo un balance alentador de esfuerzos altruistas dedicados a una tarea común. Estos últimos, especialmente meritorios si se considera que, en ocasiones, los limitados conocimientos musicales de muchos coralistas han supuesto un reto añadido a superar y que los ensayos habituales han significado siempre una merma en el legítimo disfrute del tiempo libre personal de todos.
La lectura de las páginas que siguen permite reavivar la memoria y recorrer en el tiempo multitud de laboriosos ensayos y conciertos, junto a anécdotas y entrañables muestras de amistad y aprecio surgidas a su amparo. También figuran algunos de los logros musicales más destacados, como pueden serlo sus grabaciones discográficas y las giras de conciertos por la península y fuera de España, en inolvidables jornadas de camaradería. En todos estos momentos se marcaron señalados hitos en la historia musical del grupo, consecuencia elocuente de la confianza que siempre ha merecido su quehacer a señaladas personas del mundo musical o de la fe que en ella han depositados Instituciones oficiales, Empresas privadas o aficionados.
Junto a este currículo de grabaciones y conciertos relevantes, se han prodigado numerosas colaboraciones con instituciones de carácter altruista, se ha participado en iniciativas culturales de colectivos profesionales, se han celebrado conciertos didácticos en centros educativos a demandas de sus APAs, se ha cantado en emotivas celebraciones religiosas familiares o contribuido a solemnizar festejos patronales en apartados lugares del mundo rural de nuestra provincia. Y, como norma habitual de conducta, sin alteración alguna de los principios de honestidad musical y primando siempre los valores del mejor hacer y el respeto a la dignidad de todos los auditorios.
Los orígenes de la Coral, de los que se habla ampliamente a lo largo de las páginas de esta Memoria, son un motivo de orgullo más que añadir a su trayectoria. Contemplado dentro de los límites de un Coro Parroquial que, aun siendo dinámico por el talante humano de sus ejemplares promotores y director, ─apenas contaba con el apoyo incondicional de algún eminente músico burgalés y la benigna condescendencia de quien le auguraba mermados éxitos y breve trayectoria─ pronto la tenacidad, el esfuerzo y la constancia hicieron buena la fe de quien creyó en el grupo nacido y los primeros pasos no pudieron ser más prometedores según queda constancia en las intervenciones públicas que aquí se mencionan.
En el seno de la Parroquia, las participaciones de la Coral en actos litúrgicos y, de manera especial, en la festividad de su Patrón San Esteban, atestiguan su indiscutida y honrosa vinculación a la misma. En este día, el "Concierto Anual de Navidad" junto a las Corales hermanas "Castilla" y "Vadillos", integrado en las celebraciones religiosas del momento, representa un motivo de cita obligada para los aficionados a la Música Coral Polifónica. Cada año se incrementa el número de asistentes y el templo de San Nicolás se ve impotente para albergar a la multitudinaria concurrencia que acude a un acto litúrgico y musical convertido ya en referencia obligada de la Navidad Burgalesa.
Finalmente, todas las alusiones que a lo largo de la Memoria se contemplan significan una expresión de agradecimiento a instituciones, personas y coralistas que, desde sus respectivos ángulos de influencia o participación, han hecho posible completar, creemos que con señalado éxito, este primer ciclo de vida coral. Para el prometedor devenir, demandamos renovados esfuerzos de confianza y dedicación a todos.
Eduardo García Saiz
Coral de Cámara "San Esteban"
(1972 – 1979)
Este pretende ser el relato de un sueño musical que, nacido y madurado entre glorias y pesares, ha convertido su realidad en motivo de orgullo para un barrio burgalés cargado de solera, dignidad e historia. La Coral de Cámara «San Esteban», cumplidos los veinticinco años de su existencia como grupo dedicado a la divulgación de la música del Renacimiento, ha paseado dentro y fuera de España el topónimo de sus orígenes con el orgullo que caracteriza a sus moradores. Y lo ha hecho con la castellana mesura de sus gentes y el inquieto fervor de quien ama la música como a privilegiado don de la naturaleza humana.
Corría el año 1972 en la parroquia del barrio. A la sazón, proseguía ésta sus alientos restauradores de la mano de dos hombres de iglesia, ahítos de inquietudes artísticas. No en vano el abandono secular de siglos en que estaba sumido el templo de San Esteban —el más antiguo de los templos parroquiales burgaleses— inquietaba sus ánimos, apenados de contemplar tanta incuria:
«…Iglesia parroquial de San Esteban, de impresionante riqueza arquitectónica en la pureza de tus esbeltas naves góticas, sabiamente embellecidas por los Vallejo, Colonia, Vergara y Castañeda... Hoy sigues añorando tu prístino esplendor cuando contemplas las heridas de tu cuerpo maltrecho en la hendidura de tus muros, en el depauperado rosetón que aun conserva los vitrales primitivos, en el vejado claustro que alberga las cenizas de los más encumbrados próceres de Burgos...»
escribía dolorido D. Jesús López Sobrino en una de sus celebradas «balconadas» que a través de la extinta Hoja del Lunes ofrecía cada semana a la ciudad.
Pero aun siendo apremiante la tarea de ponerse a recuperar tamaño tesoro, la de atender a las necesidades espirituales de las gentes del barrio seguía siendo la prioridad de ambos. Y con las necesidades del espíritu, las culturales. Y entre estas últimas el coro parroquial, en aquel entonces integrado por un esforzado grupo de muchachas del barrio, necesitadas de una mano rectora que encauzara adecuadamente los innegables valores musicales de que estaban dotadas.
Y la Providencia dispuso que un joven, —«Juanito», apenas salido de la adolescencia— retornara al hogar familiar en «el Arrabal» después de algunos años de internado alejado de los suyos. Llegaba ya embarcado en las aficiones musicales y sólo precisaba de manos cualificadas que orientaran sus manifiestas condiciones para la dirección coral. Con estas premisas, y simultaneada con los estudios en la Escuela Universitaria del Profesorado de EGB, se incorporó al proyecto parroquial y dedicó gran parte de su legítimo tiempo de asueto a la adecuada formación musical en el Conservatorio.
Como consecuencia, un buen día, en la atalaya burgalesa del Arrabal comenzaron a sonar, primero vacilantes y enseguida firmes y decidas, las notas de un piano que desgranaba estudios, sonatas, suites y toda suerte de melodías prometedoras cuyos ecos auguraban un brillante porvenir para la iniciativa que nos ocupa.
Y lo que parecía despropósito en el lugar, para quienes juzgan apresuradamente colectivos y conductas, se convirtió en el origen de una agrupación coral que puede hoy mostrar con orgullo el reconocimiento de propios y extraños a su labor divulgadora de la música coral en general y del Renacimiento, en particular, en términos de exquisita e indiscutible calidad como se pretende constatar en el Concierto Aniversario.
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